A continuación procederé a explicar las diferencias existentes entre dos figuras muy parecidas que hasta viéndolas semánticamente se relacionan en gran manera, estamos hablando de la modernidad y la modernización, que a priori parecerían significar lo mismo con diferentes palabras, sin embargo vamos a tratar de demostrar las grandes diferencias que distinguen a una de la otra.
Sera saludable, siempre empezar un análisis como este, destacando el concepto de las dos figuras de estudio que nos ocupan. En ese sentido, es necesario indicar que la Modernidad es un concepto filosófico, historiográfico y sociológico, que propone un mundo de metas. En el mundo moderno cada ciudadano se propone sus metas según su propia voluntad. Se alcanza la meta de una manera lógica y racional, es decir sistemáticamente se da un sentido a la vida. En las acciones que se desarrollan para alcanzar la meta se establecen tres valores: libertad, igualdad y fraternidad. Por cuestiones de manejo político y de poder se trata de imponer la lógica y la razón, negándose en la práctica los valores propuestos.
En ese sentido, en la sociología de Michel Freitag, la modernidad es un modo de reproducción de la sociedad basada en la dimensión política e institucional de sus mecanismos de regulación por oposición a la tradición, en la que el modo de reproducción del conjunto y el sentido de las acciones que se cumplen es regulado por dimensiones culturales y simbólicas particulares.
Por otra parte, la Modernización es un proceso socio-económico de industrialización y tecnificación. A diferencia de la modernidad o el modernismo es, usando el concepto de Jacques Derrida, un estado siempre porvenir, cuyo fin es llegar a la modernidad.
Ya que nos hemos adentrado a estos temas, es bueno mencionar un poco la Teoría de la Modernización a fines del siglo XX, e indicar que la crisis de la modernidad y su transformación en pensamiento único tras la caída del muro de Berlín (1989) ha ido provocando un debate cada vez mayor en la materia. Sumado al aumento del interés por la ecología y otras revoluciones paradigmáticas (femenina, política, etnicismos, etc), ya no se entiende modernización como un telos, una suerte de paraíso industrial, sino que es analizado críticamente también siendo abandonados en muchos lados la idea de un desarrollo homogéneo. La devastación de África, el estancamiento de Latinoamérica y el atrincheramiento de parte de Asia son ejemplos de aquello, sin contar las propias crisis internas que viven los países del primer mundo. En las teorías actuales se pueden citar los trabajos de Immanuel Wallerstein y su teoría de sistema-mundo que entiende la tendencia a globalizar procesos sin resolver las desigualdades y riesgos sociales. Muchas de estas tesis son tomadas por movimientos anti-globalización y ecologistas y también pueden ser empalmadas por tesis más agresivas contra el capitalismo como las de Michael Hardt o Antonio Negri.
Regresando al tema que nos ocupa, modernidad y modernización conjugan un mismo principio: el realismo crítico, con una gran dosis de positivismo práctico y utilitarista, que descarta cualquier devaneo utópico, y han trastocado los idearios de revolución por los programas del cambio. La historia ha descubierto los azares y consecuencias imprevistas de las revoluciones, pero garantiza el control de resultados en las transformaciones programadas.
La modernización no consiste tan sólo en vivir en la modernidad, sino en asumir todos los elementos que la constituyen y adoptarlos como paradigma mental, utilizarlos como factores de la práctica. Por esta razón, la modernidad supone una ética y una estética del cambio, así como una técnica de renovación constante.
Por último, la caracterización cultural del mundo moderno fue complementada por la visión histórico-económica de Marx, quien trató de determinar las condiciones de la llamada "acumulación originaria", que equivaldría al establecimiento de las condiciones para el surgimiento del capitalismo. De este modo, el mundo moderno en un sentido global quedó conformado paralelamente con la constitución de una modernidad económica, definida por el capitalismo y por una modernidad cultural.
Siempre hubo cambios en el mundo, y todas las sociedades han estado siempre sujetas a más o menos lentas o rápidas transformaciones. Si las sociedades se dividen en frías y calientes, como las llamaba Levy-Strauss, según la velocidad de su historia, la actual modernidad es incandescente.
Un fenómeno importante, propio de la actual modernidad y relacionado con los cambios espaciales, es la transformación del tiempo, de la misma idea y vivencia de la temporalidad. El tiempo, como lo definía Aristóteles, "medida y experiencia del cambio según un antes y un después".
Geovanny Vicente Romero
Politologo
@geovannyvicentr
BIBLIOGRAFIA
- Beck, U. La sociedad de riesgo: Hacia una nueva modernidad, Paidós.1998. Versión electrónica.
- Giddens, Anthony. Consecuencias de la Modernidad. Alianza Editorial. Madrid.2002. Versión electrónica.
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